Amar es cumplir la ley entera.

"Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros como yo les he amado. En esto conoceran todos que son mis discípulos: en que se aman unos a otros". (Jn 13, 34-35)

Esta es una de las obras de Dios

sábado, 29 de enero de 2011

¡Cristo no es religión! ¿De donde viene este grito de guerra? I


Por José Miguel Arráiz

“¡Cristo no es religión!”. Esta frase que se ha vuelto un cliché y que ha penetrado en tantos subconcientes que ya hay muchos que no tienen ni la más mínima idea de que significa religión.

Pero quiero reflexionar sobre que se encierra dentro de esta relativamente nueva redefinición del término.

Pequeños ejemplos de esta ideología

Una ideología que ha ido progresivamente haciéndose parte en muchas comunidades eclesiales protestantes es una reciente negación de la necesidad de una religión. Es sorprendente oírles decir: “Cristo no es religión”, “Yo no pertenezco a religión alguna, lo mío es una relación personal y verdadera con Jesucristo” y frases por el estilo.

Recientemente platicaba con una amiga evangélica de esta misma comunidad por el Chat, y activé él registro automático de la conversación, anexo un pequeño extracto de la misma:

Kattvic: ¿eres cristiano?

José: si, soy cristiano católico

Kattvic: ah ya

José: ¿y tu?

Kattvic: bueno yo era católica pero ahora estoy convertida a Cristo

José: ¿y es que cuando eras católica no estabas convertida a Cristo?

Kattvic: si, pero no es lo mismo, cuando uno es católico como que se le olvidan muchas cosas

José: cuando uno es católico y no profundiza en su fe, puede que se le olviden muchas cosas, pero cuando uno profundiza y tiene una relación verdadera con Cristo eso no pasa.

Kattvic: bueno eso es verdad, pero también es verdad que como católicos no profundizamos en la relación con Cristo, claro que no todos pero si la mayoría

José: En todas las Iglesias hay creyentes “nominales”, si se les puede llamar creyentes.

Kattvic: bueno yo no hablo de religión, porque si así fuera yo no tendría ninguna, mi amor hacia el Todopoderoso supera cualquier barrera de religiones

José: ¿Que es para ti religión?

Kattvic: bueno religión es cuando dices que tienes una y vas a su iglesia, rezas, cantas y todo y cuando sales de ese lugar sigues siendo el mismo

José: ¿Quien te dijo que eso es religión?, ¿haz buscado el significado de religión en el diccionario?

Kattvic: no, no lo he buscado, lo digo por mi experiencia personal

José: No es cosa de experiencia, es cosa de saber que significa la palabra, Te pregunto ¿Dice la Biblia que la religión es buena, mala?, ¿que dice de religión?

Kattvic: bueno no soy muy conocedora de la Biblia apenas si estoy comenzando a leerla,…bueno no sé cual sea la definición de los demás, la mía es personal, así lo siento, así lo creo.

Lo que me llamó la atención de esta conversación es que la chica tenía una definición completamente sentimental de la palabra religión, cuando le pedí que me argumentara ya sea racionalmente (con el diccionario) o bíblicamente (con algún pasaje bíblico) no supo decirme el por qué de su concepto de que su fe no era religión, concluyó sencillamente con un profundo y contundente:

“así lo siento, así lo creo”…Y PUNTO!!!

Ella era ciertamente una cristiana con poco conocimiento bíblico, pero lo curioso es que esta manera de pensar es vista en líderes y pastores evangélicos, lo que me ha sorprendido sobremanera. Cuando les pido que me fundamente bíblicamente su afirmación no he encontrado quien pueda darme una respuesta satisfactoria.

Pero, ¿tienen fundamento esta nueva ideología? ¿Qué dice el sentido común? ¿Qué dice la Biblia?

Concepto de Religión

Comparto la definición de la palabra que da La Real Academia Española:

Diccionario de la Real Academia Española:
Religión [Del lat. religĭo, -ōnis] 1. Conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas morales para la conducta individual y social y de prácticas rituales, principalmente la oración y el sacrificio para darle culto. 2. Virtud que mueve a dar a Dios el culto debido

La enciclopedia Microsoft Encarta dice:

Enciclopedia Microsoft Encarta, Religión: En términos generales, forma de vida o creencia basada en una relación esencial de una persona con el universo, o con uno o varios dioses. En este sentido, sistemas tan diferentes como budismo, cristianismo, hinduismo, judaísmo y sintoísmo pueden considerarse religiones. Sin embargo, en un sentido aceptado de una forma corriente el término religión se refiere a la fe en un orden del mundo creado por voluntad divina, el acuerdo con el cual constituye el camino de salvación de una comunidad y por lo tanto de cada uno de los individuos que desempeñen un papel en esa comunidad. En este sentido, el término se aplica sobre todo a sistemas como judaísmo, cristianismo e islam, que implican fe en un credo, obediencia a un código moral establecido en las Escrituras sagradas y participación en un culto. En su sentido más específico el término alude al sistema de vida de una orden monástica o religiosa.

Resumiendo los significados que la Real Academia Española y la Enciclopedia nos da podemos concluir que religión es la forma que tiene cada persona de relacionarse con Dios, dándole el culto que le es debido.

Bajo esa definición, el cristianismo es una religión, el mismo diccionario de la Real Academia lo define como tal:

Diccionario de la Real Academia Española
Cristianismo 1. Religión cristiana

Según la enciclopedia Encarta encontramos una definición similar:

Enciclopedia Microsoft Encarta, Cristianismo, religión monoteísta basada en las enseñanzas de Jesucristo según se recogen en los Evangelios, que ha marcado profundamente la cultura occidental y es actualmente la más extendida del mundo. Está ampliamente presente en todos los continentes del globo y la profesan más de 1.700 millones de persona

El cristianismo no sólo es considerado mundialmente como una religión, sino como la más extendida del mundo. Decirse cristiano y decir que su cristianismo “no es religión” es rechazar cual es el significado de la palabra, vivir en un universo imaginario donde las palabras significan para él lo que quiere que signifiquen, pero no lo que significan para “el resto del mundo”.

Si eres cristiano, el cristianismo es TU RELIGION, de eso no hay duda. No importa que a alguien no le guste la palabra, que haya desarrollado antipatía por ella. El significado no será cambiado de todos los diccionarios del mundo simplemente porque el “sienta”, “crea” que lo de él no es “religión”

Muchos podrán querer dar a la palabra su propio significado, pero ¿es coherente?

La Religión según la Biblia

Pasemos ahora al segundo punto, veamos que dice la palabra de Dios sobre religión, ya que si la postura de los hermanos tiene sentido, debe haber algún pasaje bíblico que pueda apoyar su postura ¿Será que lo hay?

NO, no lo hay. En toda la Biblia no hay ni un solo pasaje bíblico que habla aunque sea un poco mal de la religión. Por el contrario, la palabra religión, religioso, religiosa aparece 7 veces, y en ninguna de ellas puede verse un significado negativo, sino todo lo contrario.

Juan 9,31 Sabemos que Dios no escucha a los pecadores; mas, si uno es religioso y cumple su voluntad, a ése le escucha.

El pasaje anterior narra la forma en como el ciego refuta a los fariseos que no se explicaban como pudo haber sido sanado por Jesús. Cuando los fariseos le insultan, el les contesta con estas palabras para darles a entender que si Cristo le sanó es porque Dios le escuchaba, y muy interesante es reeler las palabras que utiliza para hablar de aquellos que son gratos a Dios porque desean agradarle y hacer su voluntad:

si uno es religioso y cumple su voluntad, a ése le escucha”.

Lo mismo Pablo, cuando fue perseguido por los judíos, la Biblia nos enseña que fue perseguido por “su religión”

Hechos 25,19 solamente tenían contra él unas discusiones sobre su propia religión y sobre un tal Jesús, ya muerto, de quien Pablo afirma que vive.

Aquí otro texto donde se señala que Pablo tenía una religión.

Pablo posteriormente explica que él había sido fariseo, y alega que el judaísmo era “su religión”.

Hechos 26,5 Ellos me conocen de mucho tiempo atrás y si quieren pueden testificar que yo he vivido como fariseo conforme a la secta más estricta de nuestra religión.

Importante notar que no dice que ya no es su religión, notemos que cuando Pablo dice “nuestra religión” ,“suya también”. El judaísmo fue la religión verdadera, que ahora llegaba a su plenitud con Cristo. Pablo no cambió de religión, sino la vivió en su plenitud a través de la revelación de Jesucristo.

Uno de los pasajes más contundentes que mencionan la Palabra religión es el siguiente:

Santiago 1,26-27 Si alguno se cree religioso, pero no pone freno a su lengua, sino que engaña a su propio corazón, su religión es vana. La religión pura e intachable ante Dios Padre es ésta: visitar a los huérfanos y a las viudas en su tribulación y conservarse incontaminado del mundo.

Este pasaje es muy pero muy ilustrativo para el tema que nos aboca. Este pasaje nos explica “como hay que vivir la religión”, y comienza diciendo que nuestra religión es vana si no podemos freno a nuestra lengua, para continuar describiéndonos las características de la religión verdadera.

El pasaje NO DICE que la religión es mala, o que el cristiano no tiene religión, sino que hay una “religión pura e intachable ante Dios Padre”. Una religión cuya característica es que se vive desde el interior, no un mero cumplimiento de preceptos, sino impregnada de una fe viva que se manifieste en obras, en caridad para los necesitados y en mantener una vida limpia de pecado.

El problema nunca ha sido la religión, la religión es indispensable. El problema para muchos de nosotros pudo haber sido vivir la religión no vivida desde el interior, no tener una religión fundada en una fe viva, activa, como decía Santiago, un fe si obras, una fe muerta.

Santiago 2,26 Porque así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.

¿De donde viene este rechazo a la religión por parte de los hermanos?

Muchos hermanos separados, al tratar de desligarse de normas y dogmas y tener fuertes sentimientos anticatólicos, han tratado de redefinir la palabra religión y de asociar la palabra con un simple y mero “cumplimiento de preceptos”. Ahora, luego de haber hecho dicha asociación y redefinición de la palabra, para no haberse visto afectados por el cambio, han salido del paquete diciendo que lo de ellos “no es religión” (lo de los demás si). Es una novedosa forma de distinguirse como un “creyente verdadero libre de dogmas y religiones”, les da una sensación de libertad, les permite no estar sujetos a ningún tipo de autoridad excepto lo que ellos entienden de la Biblia y bajo su propia interpretación.

Si en alguna Iglesia no le gusta lo que dicen, se va a otra, y si es carismático, quizá hasta funde una nueva. Como ya hay miles y han utilizado casi todos los nombres conocidos, quizá termine llamándola “Deténgase de sufrir” o “Testigos de Dios”. Y al fin y al cabo ¿Qué tenemos nos queda?:

Yo lo llamaría: Religión igualito, pero “a la medida”.

1 Corintios 1,10 Os conjuro, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que tengáis todos un mismo hablar, y no haya entre vosotros divisiones; antes bien, estéis unidos en una misma mentalidad y un mismo juicio.

El pasaje anterior no es una “sugerencia", es una “orden” en nombre de Cristo, la que exige a los cristianos UNIDAD, pero no la unidad aparente, sino una unidad que implica cohesión de fe tanto en mentalidad y juicio.

¿Qué consecuencia trae esta ideología?

Sin darse cuenta, están apoyando el lema marxista bajo el cual miles de cristianos han sido perseguidos y sometidos y que reza:

Carlos Marx “¡La religión es el opio de los pueblos!”

Y prepara al cristiano poco instruido a ser víctima del engañoso New Age, que predica exactamente lo mismo, pero que va más allá todavía, afirmando que todas las religiones son iguales (cristianismo incluido). Para ellos, Cristo es un simple iluminado rebajándolo al nivel de Mahoma, Sai Baba, Dalai Lama, y tantos otros.

¿Cuál es la verdad?

Los cristianos tenemos claro una verdad:

Juan 14,6 Le dice Jesús: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí.

Cristo es el único camino hacia el Padre, por tanto, el cristianismo no solo es religión, sino que es “la religión verdadera”, “la religión en plenitud”, “la forma perfecta de relacionarse con el Padre”. No hay otro nombre por el cual los hombres podamos ser salvados.

Texto transcrito de http://infocatolica.com/blog/apologeticamundo.php/icristo_no_es_religion_ide_donde_viene_e

domingo, 23 de enero de 2011

DIOS TE NECESITA, ERES IMPORTANTÍSIMO PARA ÉL, PARA LA HUMANIDAD

Un pequeño en su oración le preguntaba a Dios:

Señor, sé que tú eres mi creador, que me has dado todo a cambio de nada, me has enseñado que debo esperar todo de ti, que contigo nada me podrá faltar, pero sabes, tengo una profunda duda y esta noche quisiera preguntarte, ¿Señor, tú me necesitas? ¿Por qué me creaste? , si tú lo eres todo y eres infinito me pregunto a mi mismo, siendo un ser tan pequeño e insignificante ¿podré servirte de algo? ¿Acaso me necesitas?
Continúa la metáfora...

- Hijo mío, en tu pequeñez está tu grandeza, tú sintetizas toda la maravilla de la creación.

Pero Señor, soy solamente uno más entre 5,500 millones de seres humanos, soy tan infinitamente insignificante que no me explico por qué dices que soy importante.

Cada ser que yo he creado es único e irrepetible y he dado a cada uno una importante misión que cumplir, la cual la debes realizar libremente y con amor.

¿Una misión?, no entiendo, ¿acaso no puedes hacer el mundo como tú quieres?, sé que tu poder es ilimitado.

Le he dado al ser humano una alma libre que posee dos grandes virtudes: la inteligencia y la voluntad, y su mayor facultad es ejercerlas con libertad, es el único camino para llegar al amor verdadero.

Pero Señor, insisto, ¿tú necesitas al ser humano? ¿qué necesidad tienes de nosotros si tú lo eres todo?

Hijo mío, te necesito porque sin tus ojos no podría contemplar la grandeza de la creación, sin tus manos no podría continuar mi obra realizando avances para que el ser humano se pueda desarrollar plenamente, sin ellas no podría consolar a los desposeídos, a los abandonados, a los que necesitan una caricia de consuelo, dar un trozo de pan a un hambriento, sin tus manos no podría acariciar a una criatura, dar la ternura que tantos necesitan, no podría cerrar tantas heridas y acunar a un niño al momento de nacer.

Sin tus labios no podría pronunciar palabras de consuelo, sin ellos no se podría predicar la verdad, defender a los pobres y olvidados, sin tu voz no podría hacer llegar mis mensajes a toda la humanidad, ¿no te das cuenta que necesito comunicarme con el hombre a través tuyo?

Sin el cuerpo de los seres humanos no podría continuar la creación, el hombre y la mujer son mis orfebres y en el vientre de una madre se manifiesta mi grandeza.

El pequeño le interrumpió.

Señor, entonces es cierto, tú me necesitas, hoy me siento más importante que nunca, te prometo que descubriré mi misión y seré parte digna de tu creación.

Finalmente Dios, con voz suave le dijo:
Pequeño, tú eres mi esperanza, en tu sonrisa se rebela el sentido de la alegría del amor y en cada una de tus lágrimas la sensibilidad profunda de mi creación, vive con la libertad y nunca lo olvides: sin ti nada podría realizar, te amo infinitamente y deseo que tú me ames libremente y ambos vivamos intensamente la realización en el amor.

El pequeño, con una sonrisa en sus labios y con una profunda esperanza finalmente en paz, durmió.


Miguel Ángel Cornejo
Fuente: Libro "Compromisos para ser Líder" Pag. 205

CRISTO TE AMA,... MARÍA TAMBIÉN.

sábado, 22 de enero de 2011

A pesar de que nos alejemos de Dios, él encontrará la forma de que volvamos a su presencia.


"Me llegó una carta -contaba la Madre Teresa de Calcuta- de un brasileño muy rico. Me decía que había perdido la fe; pero no solo la fe en Dios sino también la fe en los hombres. Estaba harto de su situación y de todo lo que le rodeaba, y había adoptado una decisión radical: suicidarse. Un día, en que aquel hombre iba de paso por una abarrotada calle del centro, vio un televisor en el escaparate de una tienda. El programa que estaban transmitiendo en aquel momento había sido rodado en nuestro Hogar del Moribundo Abandonado de Calcuta. Se veía a nuestras Hermanas cuidando a los enfermos y moribundos. El remitente me aseguraba que, al ver aquello, se sintió empujado a caer de rodillas y rezar, tras muchos años en que no había hecho ninguna de ambas cosas: orar arrodillado. A partir de aquel día recobró su fe en Dios y en la humanidad, y se convenció de que Dios lo seguía amando."
No importa si es que al alejarnos de Dios le hayamos despreciado y pensado que nuestra vida ya no tiene solución; Dios siempre tiene la última palabra. Si es que no encuentras un sentido a tu vida o si es que lo has perdido, anímate: Dios sigue allí, no se ha ido, el te espera, y si no puedes acercarte, él se acercará.
Cristo te ama, María también.

miércoles, 5 de enero de 2011

El amor, para que sea auténtico, debe costarnos.

PARECE LARGO EL RELATO... PERO VALE LA PENA LEERLO.

¿Cómo continuaría la historia de la vida del "joven rico" del Evangelio? El Maestro le invitó a dejarlo todo y a seguirle. Pero él se negó, y se fue triste.
Supongo que, pasado el tiempo, a aquel chico le irían llegando noticias del Maestro. Unos decían que era un impostor, otros que hacía milagros, que era un profeta. Más adelante le llegaría la noticia de que le habían crucificado.
Podemos imaginarnos ahora -siguiendo una glosa de José Miguel Cejas- que el personaje ya es anciano. Está sentado, al atardecer, en el zaguán de su casa. Han terminado ya las faenas del campo, y se oyen, a lo lejos, las risas bulliciosas de las espigadoras que regresan y los gritos de los hombres que transportan las últimas gavillas. Tiene la mirada perdida, como desvanecida en el silencio. También la vida, como el día, se va consumiendo, poco a poco, entre rumores apagados de cansancio. Y su tiempo se va llevando de recuerdos, como el viento borra las últimas huellas de las caravanas que pasan junto a su puerta.
Habla poco. De vez en cuando, le visitan los viejos conocidos y evocan juntos a amigos y parientes, casi todos ya muertos. Comentan algo sobre la próxima cosecha, sobre los viñedos o los olivos. Y mientras, en la casa, todo sigue igual: ruidos de cántaros, griterío de niños, leves pisadas femeninas. Desde hace años este anciano contempla, en un silencio impregnado de tristeza, los juegos de los hijos de sus hijos. Vive de nostalgias y de recuerdos, asombrosamente cercanos a pesar del tiempo. Y hay algunos instantes de su vida que pesan en su alma como si fueran decenas de años. Y otros que no acaban de pasar nunca, como la mirada profunda de aquel Rabí.
Hace muchos años, más de cincuenta, él cruzaba Palestina con un viejo criado que murió hace tiempo. Entonces era un chico joven, tenía fuerzas, no como ahora. Era rico y un tanto arrogante. ¿Feliz? Aceptablemente feliz. Y deseoso de servir a Dios. Por eso, fue corriendo al encuentro de aquel hombre extraordinario y le preguntó: "Maestro, ¿qué he de hacer... ?". Y aquel Rabí, mirándole a los ojos, sonriendo, le invitó a seguirle. Pero él se negó. Y se fue triste.
Pasó el tiempo. En la aldea se comentaban cosas contradictorias. Unos decían que el Rabí era un falsario y un impostor. Otros hablaban de sus milagros. Otros estaban convencidos de que era un profeta.
Pasó más tiempo. Se casó, tuvo hijos. Las noticias de Jerusalén llegaban con retraso a su aldea. Una pascua le contaron que lo habían crucificado. Respiró hondo. "Yo tenía razón: no era más que un visionario. Hice bien en no seguirle. ¡Qué locura hubiera sido echar por la borda todos mis bienes!".
Pero, sin saber por qué, la noticia le entristeció, como aquella tarde cuando volvió la espalda a la cálida y respetuosa llamada del Maestro. En su mente seguía fija la idea de que el Señor le llamó, y que si él no quiso seguirle fue por egoísmo, pero aquella llamada, aquella vocación seguía viva en su interior. Descubrió que su antigua ilusión de entrega, sus deseos de Dios, seguían allí, en un repliegue del alma. Porque, durante años, casi sin advertirlo, aquella mirada y aquella sonrisa de Jesús le habían seguido acompañando.
Un día quizá aparecieron los discípulos del Señor por su aldea. Hubo sus tensiones, porque la doctrina de Cristo no deja a nadie indiferente. Los ancianos discutían a la entrada del pueblo y bramaban contra ellos en la sinagoga. Lo comentaban también, acaloradas, las mujeres en la fuente. Todos se sentían interpelados por las enseñanzas de aquel Maestro, y quizá el joven rico, que ya no sería tan joven, volvió a pensar en dejarlo todo y unirse a aquellos hombres, secundando ahora la llamada que el Maestro le hizo unos años antes.
Algunos se habían hecho de los suyos. Otros los insultaban y los perseguían. Quizá entonces fue generoso y recuperó el tiempo que había perdido. Pero quizá volvió a vencerle su egoísmo, y prefirió quedarse cómodamente al margen. Era rico y no quería riesgos. Se limitaba a contemplar desde lejos lo que pasaba. Pudo haber sido uno de ellos. Y seguía enriqueciéndose. Su casa se llenaba de pebeteros, de alfombras y de los pequeños lujos propios de una aldea. Tenía más y más criados, y sus campos se engrandecían.
Y unos años más tarde llegó aquella terrible guerra, la invasión romana, y la destrucción del Templo de Jerusalén. Y aquel hombre, con seguridad, lo perdió todo. Le arrebataron otros por la fuerza lo que no quiso él dar al Señor por su propia voluntad. Ahora su cuerpo se iba combando lentamente y se ajaba el rostro de su mujer. Y en su vejez se lamentaba de su pobreza, viendo sus campos y sus ganados en mano ajena, viendo el desprecio de aquellos que antes le adulaban porque era rico, pero que ahora le ignoraban porque ya no lo era. Y él seguía allí, en el portal de su casa, imaginando lo que pudo ser y no fue. A su alrededor, veía la respuesta a lo que había sido su vida: una vida encerrada en su egoísmo, que ahora los demás le pagaban con la misma moneda. Y lloraba en silencio, pensando que su vida podía haber sido menos cómoda pero llena de esa alegría que veía en la mirada limpia de los jóvenes cristianos.
Aquel hombre pudo haber sido un gran apóstol. Recibió, como Juan, la llamada en plena juventud. ¡Cuántas almas pudo haber salvado! Jesús las veía a través de sus ojos. Y veía, detrás de esas almas, tantas y tantas otras. Pero aquel hombre dijo que no. ¿Por qué? Cuenta el Evangelio que tenía muchas riquezas. Podemos imaginarnos lo que serían: unos campos, unas casas, unos caballos, unos mulos... Y por esas riquezas miserables abandonó a Dios hecho hombre, que le buscaba en lo mejor de su vida. Se entiende que Jesús hiciera aquella dolorosa reflexión, y que comentara entonces que es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja a que entren en el reino de Dios quienes están apegados a las riquezas.
Este joven ha permanecido anónimo. Si hubiera respondido positivamente a la invitación de Jesús, se habría convertido en su discípulo y probablemente los evangelistas habrían registrado su nombre. Pero quien pone su seguridad en las riquezas de este mundo no alcanza el sentido pleno de la vida ni la verdadera alegría. Por el contrario, quien se fía de la palabra de Dios y renuncia a sí mismo y a sus bienes para buscar el reino de los cielos, aparentemente pierde mucho, pero en realidad lo gana todo. El santo es precisamente aquel hombre, aquella mujer, que, respondiendo con alegría y generosidad a la llamada de Cristo, lo deja todo por seguirle.
Como Pedro y los demás Apóstoles, y como innumerables personas a lo largo de la historia, cada uno de nosotros debemos recorrer el camino que Dios nos marque, que es exigente pero colma el corazón y nos hará recibir el ciento por uno ya en esta vida terrena, juntamente con pruebas y persecuciones, y después la vida eterna.

-¿Piensas entonces que Dios nos pide siempre de lo que cuesta?

Lo hace Dios, y así es la naturaleza del hombre. Nadie considera auténtico un amor que no está dispuesto al sacrificio. "El amor, para que sea auténtico, debe costarnos", escribió la Madre Teresa de Calcuta. El sacrificio es lo que prueba el amor, y lo que da alegría de verdad. "No quiero -insistía- que me deis de lo que os sobra. Quiero que me deis de lo que necesitáis hasta realmente sentirlo. El otro día recibí quince dólares de un hombre que lleva veinte años paralítico. La parálisis solo le permite usar la mano derecha. La única compañía que tolera es la del tabaco. Me decía: "Solo hace una semana que he dejado de fumar. Le envío el dinero que he ahorrado de no comprar cigarrillos". Debió de ser un terrible sacrificio para él. Con ese dinero compré pan y se lo di a personas que tenían hambre. De este modo, tanto el donante como quienes lo recibieron experimentaron alegría."
"Creo que una persona que está apegada a sus riquezas, que vive preocupada por sus riquezas, es en realidad muy pobre. Sin embargo, si esa persona pone su dinero al servicio de los demás, entonces se vuelve rica, muy rica. La bondad ha convertido a más personas que el celo, la ciencia o la elocuencia. La santidad aumenta más rápido cuando hay bondad. El mundo se pierde por falta de dulzura y amabilidad. No olvidemos que nos necesitamos los unos a los otros."

FELIZ AÑO NUEVO


Dios te bendiga hermanito, que él te conceda un feliz año 2011 y que perseveres en el amor de Cristo y María santísima.
Recuerda que para perseverar es necesario amar. Sin amor verdadero la vida no tiene sentido. Sólo cristo da el amor de verdad, todos los demás amores tienen validez en la medida en que incluyan y no se opongan al amor de Jesús.

CRISTO TE AMA... MARÍA TAMBIÉN.