Amar es cumplir la ley entera.

"Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros como yo les he amado. En esto conoceran todos que son mis discípulos: en que se aman unos a otros". (Jn 13, 34-35)

Esta es una de las obras de Dios

viernes, 14 de octubre de 2011

I RETIRO DEL MOVIMIENTO 1 COR 13 EN CAMANÁ

Plaza de armas de la ciudad de Camaná - Arequipa.
Con gran alegría el Círculo "La Inmaculada" de la ciudad de Camaná está preparando el primer retiro del Movimiento Católico Primera de Corintios 13 en esta ciudad. Este se llevará a cabo los días 25, 26 y 27 de noviembre. Será un retiro de mujeres adultas. A todos los hermanos corintios que deseen servir en esta obra de Dios ponerse en contacto con sus respectivos Heraldos. Si es que conocen hermanas en Camaná que desearían asistir, inscríbanlas y hagan llegar sus fichas a sus Heraldos. Vamos a orar todos para que esta obra del Señor sea para mayor gloria de Dios.
Cristo te ama... María también.

LA COHERENCIA


LA COHERENCIA[1]

Juan Pablo II decía: la misión «pide a todos los cristianos que proclamen el Evangelio con la palabra, pero sobre todo con la coherencia de su vida», «Sólo así seréis testigos creíbles de la esperanza cristiana y podréis difundirla a todos».

El diccionario dice: Coherencia es «Conexión, relación o unión de unas cosas con otras». Al aplicar esta definición a la vida cristiana nos referimos principalmente a esa conexión, relación o unión que debe existir entre fe y vida, entre aquello que creemos -el Señor Jesús y su Evangelio- y el modo como vivimos en lo cotidiano. En esta coherencia está el secreto de la santidad, a la que Dios nos llama a cada uno de nosotros, en nuestro propio estado de vida. Por ello es tan importante que de la fe en la mente y en el corazón pasemos a la fe en la acción.

1.- COHERENCIA ENTRE FE Y VIDA

Un cristiano coherente es aquél que sostiene con sus obras lo que cree y afirma de palabra. No hay diferencia entre lo uno y lo otro. Se descubre en él o en ella una estrecha unidad entre la fe que profesa con sus labios, la fe acogida en su mente y corazón, y su conducta en la vida cotidiana: su fe pasa a la acción, se muestra y evidencia por sus actos. La guía de su vida es el evangelio y la fe; esta coherencia se da en todo tiempo aun en los momentos de dificultad.

No es coherente el que sostiene con su boca lo que sus actos desdicen.

2.- DIFICULTADES PARA VIVIR LA COHERENCIA CRISTIANA

Todos estamos llamados a ser santos pero experimentamos múltiples dificultades para realizar esta vocación. Estas dificultades para vivir la coherencia las encontramos dentro de nosotros mismos, en nuestra fragilidad o en nuestra débil voluntad ante nuestra inclinación al mal, ante los malos hábitos o vicios de los que, a veces, es difícil despojarse. No es raro experimentar que, aunque me haya propuesto firmemente ser cada día más santo, haga el mal que no quiero y que deje de hacer el bien que me había propuesto hacer. El gran apóstol Pablo reconoce en sí mismo esta incoherencia que agobia su espíritu, cuyo origen atribuye «al pecado que habita en mí». En efecto, el pecado y su huella en nosotros nos llevan a experimentar y sufrir tantas veces esta división dentro de nosotros mismos, división que constituye la principal dificultad para vivir la coherencia entre la fe que profesamos y nuestra vida.

También encontramos esa dificultad por el ambiente en el que vivimos. Este influjo ambiental negativo se nos presenta como un reto.

Incluso en nuestros días se persigue, a veces con intensidad, abierta o muy sutilmente, a quienes aspiran a vivir con coherencia la vida cristiana. Ante esta situación muchos bautizados, por miedo a "ser distintos", prefieren pasar desapercibidos, actuar "como los demás" para no mostrar que son cristianos, y así -aunque digan "creer"- terminan asimilando los criterios antievangélicos (incoherentes con la fe) y viviendo de acuerdo a ellos.

PREGUNTAS PARA EL DIÁLOGO

  1. ¿Qué relación existe entre la coherencia y la fe?
  2. «No todo el que me diga: "Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial.» (Mt 7, 21) Tu fe en la acción da testimonio de tu fe en la mente y en el corazón?
  3. ¿Cuáles son aquellos pecados que impiden que tu vida refleje la luz de Cristo? Pon medios concretos para luchar contra ellos.
  4. En Lc 1, 38 vemos a nuestra Madre pronunciar el «hágase» ante el ángel enviado por Dios. Santa María pronuncia y sostiene este «hágase» a lo largo de toda su vida. Ella se esfuerza permanentemente por descubrir el plan de Dios y responder a Él con coherencia en todas las circunstancias concretas de su vida. El que es fiel en lo poco, es fiel en lo mucho. Haz el firme compromiso de esforzarte cotidianamente por ser coherente y poner por obra la palabra de Dios.

¡Cristo te ama, María también!


[1] Cfr. http://www.caminohaciadios.com/chd/108.html