Nuestro movimiento es una obra del Espíritu Santo; mediante un retiro de amor hemos tenido un encuentro personal con Jesucristo, que nos ha abierto los ojos para contemplar la belleza de su amor.
Amar es cumplir la ley entera.
"Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros como yo les he amado. En esto conoceran todos que son mis discípulos: en que se aman unos a otros". (Jn 13, 34-35)